Me han llamado sol. Me han llamado canción. He escuchado que tengo una energía que irradia bonito. Me han dicho que tengo una vibra pegajosa que genera comodidad, agrado, y a veces, felicidad. Se me han dicho muchos piropos y halagos sobre mí personalidad. La importancia de mi existencia para los demás... Y ahí está el problema, ser para los demás Soy un sol que irradia calor para los demás... Soy una canción que alegra los corazones de los demás... Soy energía bonita que llena a los demás... Crecí pensando que esa vocación de servicio para los demás era fundamental. Dejar de ser para otros. Asentir, sonreír, y ser incondicional. Una niña buena ante los ojos de los demás Lo que nunca me dijeron, y tampoco aprendí por mi cuenta, era que llegar a la adultez con este pensamiento iba ser una de las decisiones más adversas. Pues, al ser para otros no encontré el balance en ser para mí: No soy un sol, soy una enana roja. Solo soy una canción triste que nunca termina. No soy energ
Lo nuestro son cuestiones de azar y un poco de coincidencia. Lancé los dados y salieron a mi favor, a tu favor, a nuestro favor. Eres el comodín de mi baraja, mi escalera perfecta. La recompensa a mis apuestas, a mis riesgos, a mis sacrificios. Eres mi par, mi 21, mi uno, mi único. Eres el premio de una ruleta que gira y gira y gira. Mi número de la lotería. La cara y la cruz al tiempo. Eres el seis que le faltaba al mío. Eres diamantes, eres corazones. Eres el rey, eres el as. Eres mi suerte, mi amuleto; mi trébol de cuatro hojas. Todo eres. Pero no sé quién tuvo más suerte... Pues al final tu solo giraste la pirinola de mi amor y lo tomaste todo.
Comments
Post a Comment