Te extraño, no me preguntes por qué, pero lo hago. 
Todavía no estoy segura de qué es lo que siento por ti, pero es algo cercano a que si me dijeras en este momento que puedes llevarme a Marte, no solo te creería, si no que saldría corriendo hacia ti. 
Cuando te digo que te pienso, te juro no estoy mintiendo, te pienso e incluso te sueño; te convertiste constante en mi mente y ni sé en qué momento. 
Discúlpame si te aburro, no es mi intención, pero cuando hablo contigo siento que puedo contarte todo, y confiarte mucho más. 
Es lindo volver a sentir esto, y más sentir lo que sea que siento por ti, que de alguna manera espero con todas las fuerzas de mi corazón, sea amor. Pero a su vez, tengo tanto miedo: miedo que lo arruine todo, miedo que tu no sientas lo mismo por mi, miedo de perder antes de empezar. 
Sin embargo, no me rendiré, dejaré que tu amor fluya hasta mí, sin forzarlo, sin atajos, y sin desastres. 


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